La verdad es que no ha habido un cambio importante. Todo sigue aparentemente igual que hace 8 meses: Vamos en autobús, atendemos a nuestros pacientes... Pero sí se ha perdido algo fundamental, la ilusión de ir, el considerarlo tuyo. Cuando llegamos a Almansa, empezamos a montar el hospital, nuestra cartera de servicios, hicimos las cosas con libertad, ilusionados. Sin embargo, desde hace unos meses existe una tensión continua, una amenaza constante, nos han aclarado que nuestra labor les da igual, o por lo menos esa es mi sensación, la han manipulado, utilizado. Ni en mis peores tiempos trabajando en la privada, donde sólo valías por trabajo resuelto, no se tenía en cuenta la calidad, me he sentido así.
¡Quiero irme YA!
No saben lo que tienen, no saben lo que dicen y sobre todo les importa un comino el cómo.
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