lunes, 5 de marzo de 2012

DES-ILUSIÓN

De niño jugaba a las muñecas con mi hermana, soy de los pocos que lo reconoce. Las muñecas se ponían enfermas y yo las curaba.
Llegó la adolescencia e imaginaba que ayudaba a la gente a curarse.
Después de luchar, consiguiendo a base de esfuerzo, buenas notas para asegurarme la entrada, llegó el momento de rellenar la hoja para la elección de carrera y universidad:
1- Medicina en el CEU.
2- Medicina en la Autónoma.
3- Medicina en la Complutense.
4- Medicina en Guadalajara.
5- Medicina en Badajoz.
6- Medicina en Ávila
¿y no escoges otra cosa ?
Dudando, miré la lista y puse:
7- Veterinaria en La Complutense.
Al entrar en la carrera descubrí la importancia de lo que hacíamos.
Años después, al terminar la carrera, tuve que estudiar el MIR, luego prepararme durante 4 años: la falta de sueño, trabajando hasta 40 horas seguidas sin dormir: A las 8 empieza la guardia- ver pacientes hasta las 8 del día siguiente- subo a la planta hasta las 15 horas- voy al experimental comiendo un sandwich- 23 horas salgo para mi casa, hasta el día sigiente a las 8.
Termino la especialidad, primeros trabajos: guardias, no hay sitio para un neumólogo, no se necesitan. 5 años después, un trabajo estable ¿cuántas noches sin dormir? Incontables.
Otra vez el placer de hacer lo que quieres, la esperanza de haber encontrado tu sitio y de dedicarte a prepararte, a mejorar, a estudiar.
Hace 6 meses que todo acabó, de nuevo la inseguridad, el no saber cuál es tu puesto, dónde acabarás.

Lo que han conseguido conmigo y mis compañeros 6 meses de medidas anticrisis y de incertidumbre... 

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