Siempre he sacado buenas notas. Yo trabajaba para conseguirlas, aunque había gente que me decía que tenía mucha suerte, que los exámenes se me daban bien, que era un enchufado, vamos que eran UN REGALO.
Llegué a la selectividad, con mis notas y el examen pude entrar en la carrera que quería, aunque algunos me dijeron la suerte que había tenido de que ese año fuera tan fácil. Pasé por la carrera aprobando siempre en Junio, gracias a esa buena ventura que siempre me acompañaba, en ocasiones la medicina es muy fácil, para lo que te preguntaron, es que estás enchufado (¡pero si ni siquiera conozco al profesor!). Poco a poco pasaron los años y acabé. Tuve que prepararme el examen MIR, pero ese año sólo se presentaban 12.000 para 3.000 plazas me decían algunos de los antiguos, cuando entré a hacer la residencia.
Después de 4 años de algo muy parecido a la esclavitud (no era lo mismo porque trabajaba más por un sueldo inferior) conseguí recibir el "REGALO" del título de especialidad.
Con ese título se me abría un mundo de posibilidades y dinero, por suerte, sólo conseguí hacer guardias durante años, sin vacaciones durante años, y con jornadas de más de 24 horas y en ocasiones casi 300 horas mensuales.
Sólo fueron unos años, gracias a mi buena fortuna, y después de contratos basura, guardias y todo lo que conseguía (hasta trabajar de medico-operador (me refiero a la parte telefónica no quirúrgica)) me REGALARON una interinidad, que ocupé hasta que, después de estudiar un poquitín, mientras trabajaba y cuidaba a mis niños, hice el examen de oposición y me REGALARON una plaza en el hospital.
Ahora resulta que yo no he invertido, ni he arriesgado, ni he luchado, todo es un REGALO.